Según todas las enciclopedias y el criterio de todos los eruditos, el pimiento nos llegó de América con los primeros viajes de Colón. Sin embargo, hoy descubro en una página de internet que en Villalcázar de Sirga (Palencia), se conserva en perfecto estado un sarcófago del siglo XIII, de la segunda esposa del infante Felipe, hermano de Alfonso X el Sabio. Se llama Leonor Ruiz de Castro y Pimentel, y en su mano sostiene... ¡un pimiento! (ver foto) ¿Cómo es posible, si no se vería un pimiento por tierras ibéricas hasta finales del XV? Es un misterio. Y, por cierto, ¿de dónde viene el apellido Pimentel en el XIII?
- 1 diente de ajo
- 1 limón
- aceite de oliva
- una cucharada de perejil picado
- 4 pimientos verdes largos
- 300 grs de mozzarella rallada
- 3 ó 4 nueces peladas y picadas
- sal y pimienta
Corta el pimiento rojo en daditos muy pequeños. En un bol, mezcla el ajo, los daditos de pimiento rojo, el zumo del limón, 4 cucharadas de aceite de oliva y el perejil. Sazona con sal y pimienta. Reserva.
Corta los pimientos verdes a lo largo y quita las partes blancas y las semillas. Pincela con aceite de oliva y asa a la parrilla durante unos 6-8 minutos con la parte hueca hacia abajo. Retira y coloca en los huecos la mozarella rallada. Vuelve a asar durante unos 6 minutos con la parte ya rellenada hacia arriba. Vierte por encima la sala que has reservado y reparte las nueces picadas por encima.
La muhammara es una crema de pimiento originaria de Siria, muy común en la gastronomía de oriente medio. La receta es muy sencilla. Sírvela con unas rodajas de pan, y verás como no sobra nada...
- 2 pimientos rojos grandes asados (en muchos supermercados los puedes comprar ya asados).
- un puñado de nueces peladas.
- una cebolla mediana picada.
- un diente de ajo picado.
- una cucharadita de comino, otra de pimentón dulce, media de sal.
- 2 cucharaditas de zumo de limón.
- 2 cucharadas de sirope de ágave o de otra melaza.
- 2 cucharadas de pan rallado.
- aceite de oliva.
Saltea la cebolla en aceite de oliva. Añade el ajo y el comino y luego mezcla todo con el resto de los ingredientes. Bate la mezcla hasta que quede un paté cremoso y homogéneo. Si te gusta más espeso, puedes añadir más pan rallado hasta que tenga la consistencia que más te guste.