Hoy traigo otra de las recetas que participaron en el concurso de recetas con miel. Me la envió Graciela, desde Buenos Aires. Decía mi amiga que este exquisito y original arroz agridulce tiene un toque chino, gracias a la salsa, y que el crujiente toque de frutos secos proviene de la cocina cubana. Personalmente, me encantan las mezclas raciales, las fusiones de estilos y sabores, y especialmente en la cocina, creo que funcionan de maravilla. Así que Graciela, una vez más, acertó con mis gustos...
Transcribo aquí la receta. Sólo he hecho un pequeño cambio, adaptando la receta a los gustos de mi casa: veréis que lo he servido todo por separado en el plato. El arroz ya tiene un toque de salsa, y he puesto aparte una pequeña salsera para que cada uno se sirva a su gusto.
Ingredientes (para dos personas):
- 2 tazas de arroz hervido y colado (yo he usado arroz integral)
- 1 cebolla grande picada
- 2 zanahorias chicas cortadas en rodajas finitas
- media taza de nueces pocadas y otra media de almendras picadas
- 3 cucharadas de miel
- 2 cucharadas de salsa de soja
- aceite de oliva y sal
Preparación:
En una sartén grande o wok poner el aceite de oliva, dorar la cebolla a fuego medio. Agregar las zanahorias en rodajitas. Tapar parcialmente, hasta que estén tiernas. Aparte, tostar ligeramente las frutas secas e incluir en la preparación anterior. Ahora se añade el arroz, se mezcla bien, fundiendo todos los ingredientes.Y el encanto especial lo brinda esta sencilla salsa agridulce: las cucharadas de miel y salsa de soja, que se incorporan en la misma sartén. Se debe rehogar bien. Tomará un intenso color dorado muy tentador. Sabe delicioso, como muchos manjares de la antigua cocina china.