Ingredientes necesarios para hacer galletas especiadas: una tarde de vacaciones, un delantal de colores, una niña muy trabajadora, unas manitas bien limpias y hábiles... y un cachorro observando cada paso, y lamiendo cada miga que cae al suelo. Si dispones de estos ingredientes básicos, el resto es coser y cantar. Para dos bandejas de horno repletas de galletas crujientes, especiadas y deliciosas:
- 130 grs de mantequilla
- media cucharadita de sal
- media cucharadita de nuez moscada
- dos cucharaditas de jengibre en polvo
- 1 cucharadita de canela
- 1 cucharadita de clavo molido
- 2 1/2 cuchardaitas de levadura en polvo
- 50 grs de miel
- 300 grs de harina integral o de espelta
- 200 grs de azúcar moreno
- 1 huevo
Derrite la mantequilla con la miel y remueve. Añade el azúcar moreno, el huevo y el resto de los ingredientes, dejando la harina para el final. Añádela poco a poco mientras remueves sin parar.
Deja reposar la masa envuelta en film en la nevera, como mínimo una hora. Así podrás trabajarla mejor más tarde.
Espolvorea harina sobre el banco de la cocina, y con la ayuda de un rodillo, extiende la masa hasta que tenga un grosor de unos 5 mm.
Con la ayuda de unos moldes, o de un cuchillo, o de un vaso, o de cualquier objeto apropiado que tengas a mano, da forma a las galletas.
Hornea a 180º (con horno precalentado) unos 10 minutos. Mejor sácalas antes de que estén demasiado doradas para que no se resequen.
Decora con azúcar glass o con lápices de repostería, o báñalas con un poco de chocolate.