- 1 vaso de leche
- medio vaso de azúcar
- 3 sobres de cuajada en polvo
- 500 ml. de nata líquida
- 1 tarrina y media (unos 300 g.) de queso fresco de untar.
- una tableta grande de chocolate sin leche
- unas cuantas galletas tipo María Dorada
- frutas del bosque
Para la salsa:
- 500 ml. de nata líquida
- 2 tabletas pequeñas o una grande de chocolate blanco
Mezclar bien la leche, el azúcar, la cuajada en polvo, la nata, el queso fresco y el chocolate derretido previamente al baño María. Poner al fuego en una olla y remover sin descanso durante al menos 10 minutos. Poco a poco irá espesando.
Echar en un molde caramelizado. Tapar con una capa de galletas (primero enteras, luego ir cortando para rellenar los huecos). Las galletas, que ahora están arriba del todo, al desmoldar formarán la base de la tarta.
Dejar enfriar fuera de la nevera, y cuando esté fría, meter en la nevera durante toda la noche.
Para desmoldar, mover un poco para que se despegue bien del molde.
Decorar espolvoreando cacao amargo sobre la superficie y algunas frutas rojas, por ejemplo.
Aparte, hacer una salsa calentando nata líquida y derritiendo en ella una pastilla grande (o dos pequeñas) de chocolate blanco. Servir en una salsera para que cada uno se sirva a su gusto.