COCINA OVO-LACTO-VEGETARIANA... Y OTRAS EXQUISITECES.


Yo cocino desde que era una niña. Por aquel entonces, amasaba el pan con arena y agua y lo dejaba secar al sol, con paciencia. Hacía exquisitas sopas con hierbecitas, piedras y agua, y luego se las daba a mis muñecas. Siempre estuvieron muy bien alimentadas.

Hoy sigo cocinando. Y lo hago para alimentar el cuerpo y el espíritu de mi familia, de mis amigos, para procurarles un poquito de salud y felicidad. Y , de paso, para dar cauce a una de las expresiones creativas que más me relajan y que mayor placer pueden llegar a causar en mi querido prójimo: un plato vegetariano, equilibrado, sabroso, aromático, bien presentado … agradable en fin a todos los sentidos.

E incluyo, por supuesto, el sentido común: Obviamente, merece la pena cualquier plan dietético que nos ayude a aumentar nuestra sensibilidad ética, respete más los recursos del planeta y sea potencialmente capaz de hacer desaparecer el hambre. El vegetariano sabe que con su vida diaria contribuye de forma privada, pequeña e indirecta al alivio del sufrimiento humano y animal. Tiene conciencia de que en vez de ser parte de un problema es parte de una solución potencial. No cabe mayor sentido común.

Lo que os ofrezco son pequeños experimentos culinarios que yo misma he ido realizando y recopilando a lo largo de casi veinte años de mi experiencia vegetariana. Por supuesto, casi todos tienen su origen en una receta que un día leí, observé y apunté, escuché, o me fue transmitida por las sabias manos de mi abuela. Pero mi absoluta incapacidad para seguir una receta al pie de la letra (mi madre dice que esto tiene que ver con mi creatividad, pero yo pienso más bien que es por mi afán desmedido de libertad en todos los campos), me ha llevado a escribir mi propio recetario.

Espero que os animéis a cultivar conmigo un arte que es pura alquimia, pura armonía, salud y magia: el arte de la cocina vegetariana.




"Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento." Hipócrates

2.10.10

Pasión por el chocolate.


"Un beso puede ser más romántico e inspirar poemas y boleros, pero no es tan excitante como el chocolate derretido en la lengua, asegura un estudio publicado por científicos británicos.

Un equipo de investigadores dirigido por el psicólogo David Lewis, del centro de investigación Mind Lab, efectuó el estudio comparativo que demostró la superioridad del chocolate sobre el beso, incluso el más apasionado. Varias parejas de jóvenes, a quienes les fueron colocados electrodos y monitores cardíacos, derritieron trozos de chocolate oscuro en sus bocas y luego se besaron con pasión.

Los resultados fueron tajantes: el chocolate duplicó los latidos cardíacos de los dos voluntarios, lo que llevó a los científicos británicos a concluir que la excitación provocada por el chocolate es mayor que la generada por el beso.

"No hay duda de que el chocolate superó al beso, sin abrazo, al provocar un estímulo corporal y cerebral mayor", explicó Lewis. Según los resultados del estudio, el estímulo causado por el chocolate oscuro o amargo fue en muchos de los participantes "hasta cuatro veces tan prolongado como el beso más apasionado", y afectó todas las regiones del cerebro.

Las palpitaciones causadas por el beso no duraron tanto como las provocadas por el chocolate, que causó que los latidos del corazón aumentaran de 60 por minuto a 140, indicó el investigador. Aunque dijo que ya se sabía que sustancias presentes en el chocolate tienen un efecto estimulante, Lewis destacó que los resultados habían "dejado sorprendidos e intrigados" al equipo de investigadores."