Aunque en realidad este postre se puede hacer con cualquier tipo de fruta, he elegido los caquis por ser fruta de temporada, especialmente abundante en mi región.
Si se cambian los 2 caquis por un bote de piña en su jugo, bien escurrida, o 2 plátanos, o dos manzanas asadas, o un trozo de calabaza asada, por ejemplo, el postre es igualmente delicioso.
Para unas 4 personas:
- 2 caquis
- medio limón
- 2 yogures naturales
- 1 sobrecito (de 4 gramos) de agar-agar en polvo
- 2 cucharadas soperas de azúcar
- almendra picada caramelizada
- canela
Pelar los caquis y triturar junto con el zumo de medio limón, el azúcar y los yogures. Aparte, diluir el agar-agar en medio vaso de agua, poner al fuego y dejar hervir durante un minuto. Añadir a la mezcla anterior. Repartir en copas de postre y dejar en la nevera una media hora. Antes de servir, decorar con la almendra picada caramelizada y espolvorear con canela.
El caqui o palosanto es una fruta originaria de China: de allí pasó al Japón en el siglo VIII, desde donde se extendió al resto del mundo, aunque los primeros caquis que se conocieron en Europa fueron los que los colonos españoles trajeron de América.
En cuanto a su valor nutricional, cuenta con importantes cantidades de hidratos de carbono (fructosa y glucosa), pectina y mucílagos (fibra soluble). Además, se trata de una excepcional fuente de provitamina A y vitamina C que también aporta potasio, hierro, magnesio y calcio y, en menor cantidad, fósforo y sodio. Beneficia la visión y el crecimiento y desarrollo de los huesos y es antioxidante.
En España se cultiva principalmente en Castellón, Huelva, Sevilla, Málaga y Granada y, más que en cualquier otro lugar, en la Ribera del Júcar (Valencia).