El “all-i-oli” es una salsa típicamente española. Su nombre original (que procede del catalán / valenciano / mallorquín) significa ajo y aceite, porque esos son los ingredientes básicos que la componen, y que emulsionados, dan lugar a este rico acompañamiento. El all-i-oli puede utilizarse para enriquecer multitud de platos. La forma tradicional de elaborarlo es compleja, y se usa el clásico mortero y la maza. Yo en casa suelo elaborar una mayonesa a la que añado el ajo machacado. Esta versión resulta mucho más sencilla, algo más suave, e igualmente rica.
Eso sí: aseguraos de que vuestra pareja también lo coma. Si no lo hace, un simple beso puede convertirse en un momento “extraño” y algo violento…
Ingredientes (para unas 4 personas)
- 1 diente de ajo bien picado (la cantidad de ajo depende de tus preferencias), 1 huevo (a temperatura ambiente), aceite de oliva virgen extra (aunque se puede utilizar uno suave, como de girasol; la diferencia fundamental es el color y sabor final) y sal (aunque hay quien añade, además, un poco de zumo de limón).
Pon todos los ingredientes en un recipiente y utiliza la batidora, pero no la muevas excesivamente arriba y abajo. Déjala quieta mientras tritura y amalgama los ingredientes. Así evitarás que se corte la salsa.
Ya he explicado en alguna receta cómo cocinar el arroz integral, pero os lo recordaré aquí. Si seguís exactamente estos pasos, siempre os saldrá bien:
Utilizando el doble de agua que de arroz, pon a hervir el agua y añade un poco de sal. Luego, baja el fuego y añade el arroz. Pon un difusor sobre el fuego, que repartirá equitativamente el calor y evitará que el arroz se pegue, y deja en la cazuela tapada (no la abras ni una sola vez durante la cocción) durante 40 minutos. Luego deja reposar otros 5-10 minutos antes de servirlo.
En cuanto las verduras, puedes usar las que más te gusten. Yo esta vez he usado 1 calabacín, media berenjena, 2 cebollas frescas, 1 ajo puerro y medio pimiento rojo. Córtalas en trozos pequeños y ponlas en un recipiente a rehogar con aceite de oliva, sal y un poco de tomillo.
Yo he espolvoreado todo el plato con un poco de gomasio (ya sabéis: sésamo tostado y triturado con sal).
Un plato rico, completo, y que seguro repetiréis…