Unas tartaletas originales, muy sencillas y que siempre tienen éxito (un amigo las definió como "explosión de sabores"), y que os ofrezco aquí en dos versiones. A pesar de su sencillez, los sabores se mezclan en ella de forma muy acertada, dando lugar a un bocado que sorprende. Se trata de rellenar unas mini-tartaletas (que yo compro sin dificultad en el supermercado, ya preparadas) con tres ingredientes:
- Abajo, una crema, por ejemplo, crema de castañas o mantequilla de cacahuete, por ejemplo.
- En medio, un trozo de queso. Yo usé queso fresco (en las de la foto), y también queso Brie en otra ocasión. Se trata de que sea un queso con un sabor suave.
- Arriba, algún ingrediente dulce, que contraste: En la foto veis concentrado de manzana, de sabor muy natural, apenas dulce. Otra posibilidad sería usar algún tipo de mermelada, por ejemplo de melocotón, o naranja. O quizá un sirope suave.
- Aunque no aparece en la foto, se me ocurre que podrían todavía mejorarse en aspecto, sabor, y mezcla de texturas, decorándolas con una almendra tostada, o una avellana, un pistacho pelado, …
Un aperitivo de lujo si, además, lo servís con una copita de vino blanco bien frío… Probadlo.