COCINA OVO-LACTO-VEGETARIANA... Y OTRAS EXQUISITECES.


Yo cocino desde que era una niña. Por aquel entonces, amasaba el pan con arena y agua y lo dejaba secar al sol, con paciencia. Hacía exquisitas sopas con hierbecitas, piedras y agua, y luego se las daba a mis muñecas. Siempre estuvieron muy bien alimentadas.

Hoy sigo cocinando. Y lo hago para alimentar el cuerpo y el espíritu de mi familia, de mis amigos, para procurarles un poquito de salud y felicidad. Y , de paso, para dar cauce a una de las expresiones creativas que más me relajan y que mayor placer pueden llegar a causar en mi querido prójimo: un plato vegetariano, equilibrado, sabroso, aromático, bien presentado … agradable en fin a todos los sentidos.

E incluyo, por supuesto, el sentido común: Obviamente, merece la pena cualquier plan dietético que nos ayude a aumentar nuestra sensibilidad ética, respete más los recursos del planeta y sea potencialmente capaz de hacer desaparecer el hambre. El vegetariano sabe que con su vida diaria contribuye de forma privada, pequeña e indirecta al alivio del sufrimiento humano y animal. Tiene conciencia de que en vez de ser parte de un problema es parte de una solución potencial. No cabe mayor sentido común.

Lo que os ofrezco son pequeños experimentos culinarios que yo misma he ido realizando y recopilando a lo largo de casi veinte años de mi experiencia vegetariana. Por supuesto, casi todos tienen su origen en una receta que un día leí, observé y apunté, escuché, o me fue transmitida por las sabias manos de mi abuela. Pero mi absoluta incapacidad para seguir una receta al pie de la letra (mi madre dice que esto tiene que ver con mi creatividad, pero yo pienso más bien que es por mi afán desmedido de libertad en todos los campos), me ha llevado a escribir mi propio recetario.

Espero que os animéis a cultivar conmigo un arte que es pura alquimia, pura armonía, salud y magia: el arte de la cocina vegetariana.




"Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento." Hipócrates

17.10.10

Domingo dulce.

Queridas amigas:


Un par de manitas inocentes me han ayudado a efectuar el sorteo entre las dulces y multiculturales recetas que me habéis enviado. Las participantes habéis sido:

1. Graciela: Arroz agridulce. Una fusión chino-cubana original y exquisita.

http://gracielabello-art.blogspot.com/

2. Con Claridad: Miel con merkén. Una exótica, picante y agridulce especialidad de la cocina mapuche.

http://cclaridad.blogspot.com/

3. Salut natural Vita (Elisabet): Bebida de melón con miel. Sana, refrescante y deliciosa.

http://salutnaturalvita.blogspot.com/

4. Inma (Hotel Existencia): Tostas de queso de cabra y cebolla caramelizada a la miel. Un entrante original y que todos quieren repetir.

5. ....y Dulce de calabaza con miel y almendra. Una receta inspirada en el Arnadí valenciano que sabe a tradición... y a gloria!

http://hotelexistencia1.blogspot.com/

6. Belky (Palabras andantes): Magdalenas integrales con miel. Repostería de toda la vida en su versión más natural y sana.

http://poesia-cotidiana.blogspot.com/

7. Mónica: Receta con miel misteriosa procedente del curso de cocina vegetariana que tuvo lugar en Brisas, y que llegará de un momento a otro...

http://lalunaquesemeceternamente.blogspot.com/

8. Inma Valderas: Berenjenas con miel de caña. Plato andaluz con raíces árabes que me muero por probar. Con la novedad de la miel de caña!

http://inmavalderas.blogspot.com/

9. Edelia: Refresco valenciano de naranjas y limón con miel. No se me ocurre nada más sencillo, natural y autóctono para calmar la sed con mucho gusto...

http://edeliasclub.blogspot.com/

¡Enhorabuena a las ganadoras!

Vuestro premio: procedente de “Primo Mendoza” (www.primomendoza.com), una tienda fundada en 1915 y especializada en productos ecológicos, miel y dietética, un pequeño lote de regalitos relacionados con la miel. Y una tarjeta otoñal con mi agradecimiento.

Gracias también a todas por vuestra buenísima y rápida respuesta, vuestra colaboración, vuestro apoyo y vuestra amistad. Vuestras recetas irán apareciendo en este blog poco a poco. ¡No me pienso perder ni una sola!

Como diría Lorca, os deseo a todas una vida dulce, dulcísima, como los vientres de las hembras, como los ojos de los niños, como las sombras de la noche, como una voz, como un lirio... o como la miel.