COCINA OVO-LACTO-VEGETARIANA... Y OTRAS EXQUISITECES.


Yo cocino desde que era una niña. Por aquel entonces, amasaba el pan con arena y agua y lo dejaba secar al sol, con paciencia. Hacía exquisitas sopas con hierbecitas, piedras y agua, y luego se las daba a mis muñecas. Siempre estuvieron muy bien alimentadas.

Hoy sigo cocinando. Y lo hago para alimentar el cuerpo y el espíritu de mi familia, de mis amigos, para procurarles un poquito de salud y felicidad. Y , de paso, para dar cauce a una de las expresiones creativas que más me relajan y que mayor placer pueden llegar a causar en mi querido prójimo: un plato vegetariano, equilibrado, sabroso, aromático, bien presentado … agradable en fin a todos los sentidos.

E incluyo, por supuesto, el sentido común: Obviamente, merece la pena cualquier plan dietético que nos ayude a aumentar nuestra sensibilidad ética, respete más los recursos del planeta y sea potencialmente capaz de hacer desaparecer el hambre. El vegetariano sabe que con su vida diaria contribuye de forma privada, pequeña e indirecta al alivio del sufrimiento humano y animal. Tiene conciencia de que en vez de ser parte de un problema es parte de una solución potencial. No cabe mayor sentido común.

Lo que os ofrezco son pequeños experimentos culinarios que yo misma he ido realizando y recopilando a lo largo de casi veinte años de mi experiencia vegetariana. Por supuesto, casi todos tienen su origen en una receta que un día leí, observé y apunté, escuché, o me fue transmitida por las sabias manos de mi abuela. Pero mi absoluta incapacidad para seguir una receta al pie de la letra (mi madre dice que esto tiene que ver con mi creatividad, pero yo pienso más bien que es por mi afán desmedido de libertad en todos los campos), me ha llevado a escribir mi propio recetario.

Espero que os animéis a cultivar conmigo un arte que es pura alquimia, pura armonía, salud y magia: el arte de la cocina vegetariana.




"Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento." Hipócrates

2.10.10

Bueno para la salud y el planeta.


Por Kate Kelland. LONDRES (Reuters)


"Harmony"
Trish Van den Berg

Con sólo recortar la producción y el consumo de carne un 30 por ciento, reduciríamos las emisiones de dióxido de carbono y la salud en los países más amantes de este alimento mejoraría notablemente, señaló el miércoles un grupo de expertos.

Usando modelos de predicción, investigadores británicos y australianos hallaron que mejorar la eficiencia, incrementar la captura de carbono y reducir la dependencia de los combustibles fósiles en las granjas no sería suficiente para cumplir los objetivos referidos a las emisiones.
Sin embargo, combinar estos pasos con una reducción del 30 por ciento en la producción ganadera en los mayores productores de carne y un recorte similar en la ingesta de este alimento redundaría en "beneficios sustanciales para la salud de la población" y recortaría las emisiones, añadió el equipo.
El estudio halló que en el Reino Unido, una ingesta de un 30 por ciento menos de grasas saturadas de origen animal en los adultos reduciría el número de muertes prematuras por enfermedad cardíaca aproximadamente un 17 por ciento, lo que equivale a 18.000 muertes prematuras evitadas en un año.
En Sao Paulo, Brasil, podría suponer hasta 1.000 muertes prematuras menos en un año, dijeron los autores.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), un 18 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero proceden de la producción de carne.
Los expertos consideran que un aumento de la demanda de este producto, particularmente en países con economías emergentes, podría elevar la producción ganadera hasta un 85 por ciento en el 2030, desde los niveles del 2000.
Los científicos creen que es necesaria una acción global para maximizar los beneficios de un recorte en la producción y consumo de carne, y que las ventajas medioambientales "pueden aplicarse sólo en aquellos países que actualmente tienen niveles de producción altos".
El estudio fue publicado en la revista médica The Lancet dentro de una serie de artículos sobre cambio climático y salud antes de la cumbre global sobre clima que se celebrará el mes próximo en Copenhague.
En un segundo estudio, científicos británicos hallaron que caminar y montar más en bicicleta, y una reducción de los automóviles, tendría un impacto mucho mayor en la salud que los vehículos de emisiones más bajas en los países ricos y de ingresos medios.

Reuters Health (dic. 09)